Los huevos de pavo tienen una alta tasa de éxito en la incubación cuando todas las áreas de incubación específicas de la especie se gestionan correctamente. Por lo tanto, un conjunto de equipos de incubación que permita el ajuste preciso de los procesos y parámetros compensa con creces la inversión.
La naturaleza como referente
En Petersime, utilizamos la naturaleza como referencia para desarrollar nuestros productos. Nuestra tecnología de incubación imita la experiencia que el embrión tiene en el nido y responde explícitamente a las demandas específicas de las diferentes especies de aves. Este artículo explora las tres áreas clave de esta tecnología en lo que a la incubación de pavos se refiere:
- El tratamiento térmico Re-Store de los huevos almacenados con períodos cortos de incubación.
- La tecnología de incubadoras, en concreto el dispositivo automatizado de medición de la temperatura de la cáscara de huevo como método de regulación de la temperatura del aire y de los niveles de CO2 para controlar la ventilación y la pérdida de humedad.
- La tecnología de nacedoras y, específicamente, el CO2 como método para controlar la ventilación y la humedad.
Tratamiento térmico de los huevos de pavo almacenados
El apareamiento natural es muy poco común en los lotes de pavos. La inseminación artificial implica que las tasas de viabilidad sean potencialmente altas. Y, sin embargo, es habitual que la viabilidad de esos huevos fértiles no alcance su pleno potencial. Una posible causa es la variabilidad en las distintas fases del desarrollo embrionario en los huevos de pavo cuando llegan a la planta de incubación.
Eyal-Giladi y Kochav (EG&K) y Hamburger y Hamilton identificaron y clasificaron las diferentes etapas del desarrollo embrionario. Las investigaciones sugieren que, en la práctica, la etapa de seguridad que ofrece la mejor capacidad de supervivencia del embrión durante el período de almacenamiento en la planta de incubación es la décimo tercera (escala EG&K). Los huevos en etapas anteriores tienden a ser más susceptibles de perecer durante el almacenamiento. Si comparamos los huevos de pavo con los de pollo, se observa que casi el 60 % de los huevos de pavo están en la décima etapa de predesarrollo (escala EG&K) cuando llegan a la planta de incubación.
Una forma de prevenir la pérdida embrionaria temprana en los pavos es emplear el tratamiento térmico durante el almacenamiento en una incubadora Re-Store específica de Petersime para avanzar en el desarrollo embrionario hasta la decimotercera etapa (escala EG&K) y así unificar la distribución general de las etapas. Los ensayos realizados con socios de investigación han demostrado los beneficios de utilizar el tratamiento térmico en los huevos de pavo.
Los tratamientos Re-Store en huevos almacenados durante un período de tiempo prolongado mejoran la incubabilidad al restaurar el crecimiento celular y la capacidad de supervivencia de los huevos que vuelven a ser almacenados. Este procedimiento no solo mejora la viabilidad de los huevos fértiles, sino que también se presta (en combinación con la tecnología de las incubadoras y nacedoras) a lograr una ventana de nacimiento más reducida.
Tecnología de incubadora distintiva
Al adaptar automáticamente el entorno de incubación a las necesidades de cada lote específico de huevos de pavo, la tecnología Embryo-Response Incubation™ de Petersime maximiza el número de pavitos de gran calidad, a la vez que protege el bienestar animal.
Un embrión en desarrollo produce dos productos de desecho: CO2 y agua. Al perder agua de forma progresiva, los huevos pierden peso. La pérdida de peso en un huevo fértil se manifiesta en el tamaño de la cámara de aire en el extremo romo del huevo. Los huevos de pavo necesitan perder la cantidad correcta de agua (peso) para permitir que los embriones alcancen un tamaño de cámara de aire saludable y necesario para la respiración pulmonar. Cuando se inicia la incubación, medir y aplicar los puntos de ajuste del CO2, así como hacer que el nivel de CO2 guíe las tasas de ventilación,pueden evitar que el embrión experimente cambios drásticos en su entorno gaseoso. De esta manera, el ambiente puede adaptarse a los requisitos específicos y siempre cambiantes del intercambio gaseoso del embrión para estimular un fuerte desarrollo vascular y alcanzar las cifras de pérdida de peso deseadas.
Un dispositivo automatizado de medición de la temperatura de la cáscara de huevo permite controlar el entorno del embrión en desarrollo y en constante cambio para que pueda desarrollarse en un entorno ideal y satisfaga todas sus necesidades específicas según su etapa de desarrollo. Los ensayos realizados con pavos han demostrado que la transición crítica entre las fases endotérmica y exotérmica de la incubación requiere una temperatura inferior a la de otras especies. Por eso, Petersime ha desarrollado un programa específico de temperatura de la cáscara de huevo de pavo que es único en comparación con otras especies.
El sector del pavo también es único debido a los diferentes requisitos del mercado: algunos mercados prefieren pavos de constitución pequeña, otros de constitución mediana y otros desean aves de constitución muy grande. Estas diferencias están presentes incluso durante la etapa embrionaria y pueden requerir diferentes ambientes de temperatura. Para conseguirlo, el programa de temperatura de cáscara de huevo, que se reduce gradual y progresivamente desde el comienzo de la fase exotérmica hasta la transferencia, puede ajustarse en función del tamaño de la línea genética de pavo que se esté incubando. Este principio debe respetarse siempre, independientemente de la línea genética de pavo.
Gestión correcta de la nacedora
El nacimiento de los pavitos es un arte en sí mismo. Hay otras especies que podrían prosperar aunque se produzca una mala gestión del ambiente de la nacedora, pero no es el caso de los pavos. De hecho, hay muchas consideraciones específicas de la especie que hacen que la correcta gestión de la nacedora sea de lo más importante.
Para desarrollar un ambiente de nacedora ideal para los pavos, Petersime ha llevado a cabo ensayos que analizan las diferentes velocidades de los ventiladores y el impacto que este factor de control tiene en los momentos clave del ciclo. Al reducir progresivamente la velocidad de los ventiladores durante el período de nacimiento, se descubrió que la mortalidad disminuía significativamente a una velocidad determinada de los ventiladores. La conclusión a la que se llegó fue que las velocidades de los ventiladores afectan directamente a los niveles de energía que los pavitos deben emplear durante el nacimiento. Una velocidad más alta de los ventiladores causaba el agotamiento de la energía, es decir, los pavitos eran incapaces de completar el proceso de nacimiento. La reducción de la velocidad de los ventiladores resultó más conveniente para los pavitos y les permitió completar el proceso de nacimiento sin sucumbir al agotamiento. Esto condujo al desarrollo de una nacedora para pavos con velocidades de ventiladores que difieren de los programas que se emplean para otras especies.
Gestionar la humedad en la nacedora de pavos puede que no sea algo único en sí, pero sin duda, define la tecnología de Embryo-Response Incubation™ de Petersime. Como los pavitos son particularmente sensibles a la temperatura, la pulverización hace que la temperatura fluctúe. Por lo tanto, es mejor evitar el uso de pulverizadores de humedad. Sin embargo, la humedad resulta esencial durante el nacimiento para mantener las membranas de la cáscara humectadas. Para favorecer un ambiente rico en humedad que propicie que los pavitos salgan completamente de sus cáscaras, la tecnología de Petersime utiliza el nivel de CO2 para controlar el nivel de ventilación, al igual que se hacía en la incubadora.
Para estimular a las aves de nacimiento tardío para que completen su incubación, el programa de incubación de Petersime requiere un aumento de CO2. Para lograrlo, los niveles de ventilación se reducen. Como esto coincide con el nacimiento de los huevos, la humedad liberada de manera natural queda atrapada dentro de la máquina. Esta humedad no tiene ningún efecto perjudicial en la temperatura. Al contrario, ayuda a humedecer las membranas de la cáscara, lo que permite que los pavitos eclosionen sin gastar demasiada energía. En este caso, los tiempos son esenciales para el éxito. Si el CO2 se incrementa demasiado pronto, los pavitos que eclosionan tarde se acostumbrarán a su entorno y ya no lo percibirán como un estímulo. En el mejor de los casos, el proceso se corresponde con el comienzo del nacimiento, lo que reduce la ventana de nacimiento y la incidencia de los pavitos vivos que han roto la cáscara. Esto completa el trabajo que se inicia con el tratamiento térmico Re-Store y que continua en la incubadora.
Confíe en los equipos de incubación para pavos de Petersime
En conclusión, los pavos presentan muchas consideraciones específicas de la especie en lo que se refiere a la gestión de la incubación. El conjunto de equipos de incubación de Petersime, con su tecnología única Embryo-Response Incubation™, ofrece a las plantas de incubación de pavos el lujo de poder identificar los detalles críticos y la seguridad de saber que pueden responder ante ellos con precisión. Al entender dónde se encuentran las ganancias de incubabilidad de los pavos y utilizar correctamente la tecnología de Petersime, se abre un nicho extraordinario de posibilidades de mejora continua. No dude en ponerse en contacto con nosotros si desea obtener más información al respecto.