Para ser eficaces a la hora de identificar la causa de las pérdidas durante la incubación es necesario realizar embriodiagnosis de los huevos. Al analizar los huevos infértiles y sin eclosionar y los patrones de mortalidad embrionaria, puede relacionar los problemas existentes con la granja de reproductoras, así como con el almacenamiento, la manipulación, el transporte y la transferencia de los huevos o las condiciones de la incubadora o nacedora a fin de mejorar la incubabilidad general y la calidad de los pollitos.
Mortalidad embrionaria: ¿el momento... o la causa?
El día de la muerte indica cuándo murió el embrión, pero no indica qué problema causó su muerte. El objetivo de un buen análisis de embriodiagnosis es ayudarle a identificar la causa de la mortalidad embrionaria, y no solo el momento de la muerte. No obstante, el primer paso importante es siempre calcular el momento en el que se produjo la mortalidad embrionaria basándose en el desarrollo físico del embrión. Al hacerlo, es crucial entender que la tasa de desarrollo del embrión es directamente proporcional a la temperatura de la incubación.
El efecto de la temperatura en el desarrollo y el crecimiento del embrión
El embrión empieza a desarrollarse en el primer día de incubación. En un escenario ideal, todos los embriones se desarrollan y crecen a la misma velocidad. Sin embargo, la realidad es que se desarrollan a velocidades ligeramente distintas en función de la temperatura de incubación exacta. La velocidad de desarrollo del embrión está directamente controlada por la temperatura a la que se incuba.
Cuando la temperatura de la cáscara es de 100 °F (37,8 °C), el embrión se desarrolla a la velocidad ideal, lo que provocará que el pollito nazca a los 21 días (504 horas) aproximadamente. Sin embargo, si la temperatura se aleja de lo ideal, el crecimiento y desarrollo del embrión pueden cambiar drásticamente.
Una incubación a menos de 100 °F ralentizará el proceso y hará que el desarrollo tarde más de 504 horas. Una incubación a más de 100 °F y hasta 102 °F (38,9 °C) acelerará el desarrollo durante la fase endotérmica, pero una vez que el embrión sea significativamente exotérmico, las temperaturas elevadas empezarán a dificultar la utilización de la reserva de yema, lo que provocará un retraso en el desarrollo. Un embrión incubado a una temperatura superior a 103 °F (39,4 °C) puede morir. También cabe destacar que un embrión muere de forma gradual en lugar de instantánea.
Esto explica por qué la edad cronológica (o el número exacto de horas que se ha estado incubando) es un mal indicador para medir de forma precisa cuándo ocurrió el «impulsor» de la mortalidad. Es por esa razón por la que los patrones de mortalidad embrionaria se agrupan mejor en categorías que en días exactos.
Determinación de la causa de la mortalidad embrionaria
En la incubabilidad influyen muchos factores. Algunos son responsabilidad de la granja de reproductoras y, otros, de la planta de incubación. Un análisis de embriodiagnosis bien realizado en sus huevos infértiles y sin eclosionar es la mejor herramienta para identificar los problemas de incubabilidad existentes. Para identificar el problema, se recomienda utilizar una lista de resolución de problemas con patrones de mortalidad embrionaria agrupados en categorías. Mejor aún es dividir cada categoría en subcategorías, ya que le permite aislar mejor la causa exacta de la mortalidad.
Petersime estará encantado de ayudarle a que aprenda a realizar adecuadamente un análisis de embriodiagnosis y de los patrones de mortalidad embrionaria. La sesión de formación práctica sobre embriodiagnosis de huevos está incluida en los programas de formación que ofrecemos. No dude en ponerse en contacto con nosotros si desea obtener más información al respecto.
Análisis de la mortalidad embrionaria
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