La calidad de los huevos tiene un impacto significativo en la incubabilidad y la calidad de los pollitos. Dado que el objetivo principal de un jefe de planta de incubación es producir el mayor número posible de pollitos de primera calidad, la evaluación de la calidad de los huevos fértiles debe ser una parte esencial en los procedimientos estandarizados de las plantas de incubación modernas. Los factores de calidad de los huevos se pueden dividir en dos grupos generales: externos e internos. Este artículo presenta una vista general de los principales factores de calidad externos.
Factores de calidad externos para huevos fértiles
Una buena calidad de los huevos es un requisito previo para la producción de pollitos de un día sanos. Por lo tanto, es importante contar con un procedimiento de control de calidad para evaluar la calidad de los huevos fértiles entrantes. Se recomienda encarecidamente comprobar cuidadosamente las cualificaciones externas de los huevos antes de la incubación. Puede resultar útil desglosar el proceso de control de calidad en pasos y centrarse en los siguientes factores: forma y tamaño del huevo, calidad de la cáscara, limpieza de la cáscara y color del huevo.
1. Forma y tamaño del huevo
El primer aspecto a tener en cuenta a la hora de evaluar los huevos entrantes es su forma y tamaño. Un huevo fértil de buena calidad tiene una forma ovalada con un extremo grande (extremo de la cámara de aire) y un extremo puntiagudo claramente reconocible. El huevo recibe esa forma particular porque se empuja a través del oviducto. Tampoco presenta deformidades. El índice de forma de un huevo fértil se define como la relación entre la anchura y la longitud del huevo. Por ejemplo, un huevo con una anchura de 4,2 cm y una longitud de 5,7 cm tiene un índice de forma de 74, que se sitúa dentro del rango de índice de forma óptimo de 72-76.
- Índice de forma inferior a 72: el huevo es demasiado largo
- Índice de forma superior a 76: el huevo es demasiado redondo
- Índice de forma de 72 a 76: óptimo
En caso de que aumente el número de huevos deformados, se recomienda informar inmediatamente de ello a la granja de origen para que puedan investigar la posible causa, como enfermedades, alimentación desequilibrada, malas condiciones ambientales o estrés. Esto implica que la calidad de los huevos se ha visto comprometida desde un inicio por la forma en la que se pusieron, lo que ha dado lugar a una menor incubabilidad.
2. Calidad de la cáscara del huevo
La cáscara del huevo tiene una función esencial a la hora de proporcionar un entorno sellado y protegido para el crecimiento del embrión, a la vez que permite la transferencia de gases y agua, vitales para su desarrollo. Por lo tanto, es importante que la cáscara del huevo sea fuerte y esté intacta. Si los huevos presentan las siguientes deficiencias, no deben incubarse bajo ningún concepto:
- Cáscara fina
- Cáscara con depósito de calcio (manchas blancas de forma irregular en la cáscara)
- Cáscara arrugada
- Cáscara moteada (zonas translúcidas)
- Cáscara agrietada (microfisuras o cualquier otro tipo de grietas)
Las cáscaras moteadas, por ejemplo, facilitan la entrada de bacterias en el huevo que afectan a la incubabilidad. Para cuantificar el efecto negativo de esta deficiencia, Petersime ha llevado a cabo un ensayo. En una planta de incubación determinada, alrededor del 12,6 % de todos los huevos entrantes tenían la cáscara moteada. Se incubaron 1.050 huevos afectados junto con huevos normales del mismo lote. Los resultados del ensayo demostraron que los huevos con cáscaras moteadas son la prueba de:
- Un aumento de la contaminación (consulte la imagen 1)
- Más grietas (consulte la imagen 1)
- Mayor mortalidad en todas las fases de incubación, así como más descartes (consulte la imagen 2)
Las cáscaras anormales pueden ser el resultado de una nutrición inadecuada (falta de calcio, fósforo o vitamina D), una enfermedad o una mala condición física de la gallina. El grosor de la cáscara también depende de la edad del lote: a medida que la gallina envejece, sus huevos se vuelven más grandes, lo que reduce la proporción de calcio por huevo y hace que la cáscara sea más fina.
La prueba más común para determinar el grosor de la cáscara es una prueba de gravedad específica que utiliza el método del baño de sal.
Se preparan varios baños de sal de diferente gravedad específica (concentraciones de sal que van de 1,060 a 1,090 en incrementos de 0,005). La gravedad específica de la solución en la que flota un huevo es la gravedad específica del huevo. Los huevos se meten primero en la bañera con la concentración de sal más baja. La estimación de gravedad específica se registra para los huevos que flotan. Los huevos que se hunden se retiran y se colocan en la siguiente bañera hasta que se haya registrado que todos los huevos flotan.
Los ensayos anteriores han revelado que los huevos con valores de gravedad específica entre 1,070 y 1,085 indican una buena calidad de la cáscara y, en general, ofrecen mejores resultados de incubabilidad. Durante estos ensayos, la gravedad específica también demostró ser un factor más determinante para alcanzar unas tasas de incubabilidad altas que la pérdida de peso de los huevos durante la incubación. En otras palabras, una buena calidad de cáscara es fundamental para el éxito de la incubación y el nacimiento.
3. Limpieza de la cáscara del huevo
Es importante mantener solo los huevos limpios para el nacimiento. Un huevo sucio puede ser un signo de contaminación y nunca debe incubarse:
- Una cáscara que tiene suciedad o material extraño adherido a su superficie
- Una cáscara manchada de sangre
Además, un huevo que parece «limpio» puede tener un cierto número de bacterias en su cáscara. El uso de luz ultravioleta revelará el verdadero estado de la cáscara del huevo.
4. Color del huevo
Aunque el color del huevo es un rasgo específico de la linea genética y está influenciado por el alimento que recibe la gallina, también nos aporta cierta información sobre la calidad de los huevos fértiles. En general, es importante que el color de los huevos del lote sea uniforme. Cuando se habla específicamente de huevos marrones, se sabe que los lotes más viejos ponen huevos más pálidos en comparación con los lotes más jóvenes, pero un aumento en el número de huevos pálidos en un lote de huevos entrantes también puede indicar que el lote está sufriendo alguna enfermedad o estrés, lo que afecta a la pigmentación de la cáscara durante la formación de los huevos.
Además de estos puntos, la repercusión que tiene el color de los huevos sobre su calidad se considera insignificante.
En resumen
No confíe a ciegas en la calidad de los huevos. Es necesario evaluar la calidad de los huevos de forma periódica y tomar medidas para lograr las mejoras necesarias. El tipo de información recopilada durante el control de calidad externo debe utilizarse como mecanismo de retroalimentación para la granja de reproductoras a fin de mejorar el rendimiento, o como una medida de detección temprana ante posibles problemas que puedan tener una mayor repercusión en el proceso de nacimiento posterior.
Petersime estará encantado de ayudarle a obtener más información sobre cómo controlar la calidad de los huevos en la planta de incubación. Este tema se trata en los programas de formación que ofrecemos. No dude en ponerse en contacto con nosotros si desea obtener más información al respecto.