No cabe ninguna duda de que el elemento más importante para garantizar el éxito en la incubación del huevo aviar es la temperatura. Sin embargo, el CO2 es otro factor clave que no debe pasarse por alto. CO2 es importante para lograr una calidad de los pollitos y un rendimiento posnacimiento óptimos y uniformes, así como para contribuir a un excelente bienestar animal.
La naturaleza como referente
Para comprender el importante papel del CO2 en la incubación comercial, primero debemos observar la situación en la naturaleza. ¿Qué sucede en el nido de la gallina? Por supuesto, los niveles de CO2 utilizados en la incubadora comercial no son los que vemos en el entorno del nido, ni deberían serlo. Estos son los motivos:
En el nido se pone una pequeña cantidad de huevos en un entorno de aire estático. Una vez completa la nidada, la gallina permanecerá sentada constantemente sobre los huevos para garantizar una buena transferencia del calor a través del contacto directo con su placa de incubación. Al cubrir los huevos y aislarlos del entorno, el CO2 se acumula. Solo romperá este contacto al levantarse para voltear los huevos y conseguir, entre otras cosas, que obtengan una buena uniformidad. Este alto grado de atención (y, por tanto, esta alta concentración de CO2) solo se reduce cuando los huevos se vuelven exotérmicos. En este punto, la gallina abandonará el nido y aprovechará para alimentarse, lo cual hará que el CO2 se reduzca, pero permanecerá cerca del nido para asegurarse de que los huevos estén bien refrigerados. Comprueba que estén bien muy a menudo, si están empezando a enfriarse demasiado los volverá a acercar y puede que vuelva a posarse sobre ellos. Por el contrario, si aún están demasiado calientes, los mueve hacia el borde exterior para que les dé más aire fresco.
Solo durante la fase crítica de la incubación volverán a aumentar la atención de la gallina y el nivel de CO2. La tasa de difusión de los gases y de los fluidos dependerá claramente de si la gallina está cubriendo eficazmente los huevos o dejándolos al aire.
La tecnología que imita a la naturaleza
Nuestro objetivo es replicar la experiencia del nido en la incubadora comercial. El reto consiste en alcanzar una buena temperatura uniforme a una escala mucho mayor. Esto se consigue gracias a un flujo de aire constante a una temperatura controlada dentro y alrededor de los huevos.
Para imitar la atención de la reproductora, no podemos replicar físicamente el efecto sofocante a gran escala que se produce en una incubadora. Es prácticamente imposible por razones prácticas, sobre todo porque queremos mantener una buena uniformidad de la temperatura. Controlaremos la tasa de difusión de los gases y fluidos si controlamos el entorno que rodea los huevos. Unos niveles más altos de CO2 en el entorno externo darán como resultado un menor flujo desde el interior del huevo a través de su cáscara, como si la gallina estuviera empollándolo en el nido. Unos niveles mucho menores de CO2 durante la fase exotérmica replican la reducción de la atención de las reproductoras. Utilizando estas condiciones ambientales, podemos replicar con precisión la experiencia de la atención de la gallina durante el ciclo. De este modo, el embrión tiene la misma experiencia que si estuviera en una nidada de huevos en el nido de una gallina.
La gallina madre tiene varios modos de garantizar que sus huevos puestos en días diferentes rompan la cáscara dentro de un período de tiempo relativamente corto. Todavía no conocemos bien algunos de estos métodos (como la vocalización). Sin embargo, se ha demostrado que volviendo a los altos niveles de atención y empollando los huevos fértiles, la temperatura sube y la tasa de difusión de los gases se reduce, lo cual estimula a los pollitos a salir del huevo. Nosotros copiamos eso en la incubadora comercial. Podría pensarse que esto «estresa» al pollito. El estrés es una palabra muy utilizada actualmente y puede tener connotaciones negativas, al utilizarse a menudo de forma incorrecta. La palabra «estrés» en este caso hace referencia a los elementos que actúan como un estímulo. Es una acción totalmente natural que ofrece el estímulo que el pollito recibiría en condiciones naturales.
En resumen
La evolución ha permitido la supervivencia de muchas especies distintas en este planeta. La selección natural ha dado lugar a criaturas que aprovechan los elementos en su propio beneficio. Por tanto, es importante observar la naturaleza y, en primer lugar, ver qué hace la gallina madre. Y es igualmente importante intentar comprender qué es lo que trata de conseguir. A partir de esto, podemos replicar las condiciones óptimas y convertirnos de manera eficaz en los progenitores perfectos.
Eso es exactamente lo que hace la tecnología Embryo-Response Incubation™ de Petersime: al imitar el proceso de incubación natural con la mayor precisión posible, optimiza la incubabilidad, la calidad de los pollitos y el rendimiento posnacimiento, a la vez que protege el bienestar de las aves. No dude en ponerse en contacto con nosotros si desea obtener más información al respecto.