Los huevos fértiles requieren un manejo cuidadoso desde el momento de su desarrollo hasta el momento en que nacen los pollitos. Condiciones de la granja de reproductoras, condiciones de manejo de huevos, condiciones de incubación… Todos estos factores tienen un impacto en la fisiología y el desarrollo de los embriones de los pollitos y, por consiguiente, en la salud y la calidad de los pollitos recién nacidos. En este artículo, examinamos los principales factores que deben tenerse en cuenta para preservar la vitalidad de los huevos fértiles.
De la granja de reproductoras a la planta de incubación
Las incubadoras proporcionan las condiciones óptimas para que los huevos fértiles se conviertan en pollitos de gran calidad. Sin embargo, es importante ir más allá. La salud y la calidad de un pollito de un día están influenciadas por la «historia» completa de su huevo, desde la granja de reproductoras hasta la planta de incubación. Por lo tanto, es necesario proteger los huevos contra las amenazas de bioseguridad, las variaciones de temperatura y la manipulación inadecuada durante la formación del huevo en la granja, el almacenamiento en la granja, el transporte a la planta de incubación y la manipulación en la planta de incubación.
1. Gestión de la cama y los nidos
El diseño típico de una granja de reproductoras debe contar con una zona central llena de cama en el suelo o nidos. Es muy importante mantener la cama limpia en todo momento para evitar la posible contaminación de los huevos fértiles. El mayor riesgo para el embrión del pollito proviene de la contaminación inmediatamente posterior a la puesta del huevo. A medida que se enfría, el contenido del huevo se retrae y se produce una succión desde el exterior hacia el interior, lo que significa que los microorganismos pueden entrar a través de los poros de la cáscara del huevo. Si el entorno está sucio, las bacterias se introducirán en el huevo. Los huevos con cáscaras sucias también transportan bacterias dañinas y son una amenaza para la bioseguridad.
Cualquier forma de contaminación tendrá un gran impacto negativo en los resultados de incubación y la calidad de los pollitos:
- Embriones débiles
- Aumento de la mortalidad embrionaria prematura
- Más «huevos bomba»
- Más muertes dentro del huevo
- Aumento de los descartes
- Más mortalidad en la primera semana
2. Recogida y preselección de huevos
Los huevos puestos deben recogerse periódicamente para reducir el riesgo de rotura y contaminación, y deben retirarse todos los huevos de una calidad inferior a la estándar como, por ejemplo, huevos deformados, agrietados o con cáscaras finas.
Además, una mayor frecuencia de recolección de huevos es importante para que los huevos se enfríen gradualmente hacia el «cero fisiológico» (es decir, la temperatura a la que se ralentiza el desarrollo embrionario). Si un huevo permanece demasiado tiempo en el nido, aumenta el riesgo de que continúe la multiplicación celular (más información en el punto 5).
3. Desinfección de huevos y almacenamiento en granja
Los huevos se pueden desinfectar en la granja de reproductoras o al llegar a la planta de incubación. El objetivo de la desinfección es evitar la proliferación de bacterias. Se pueden implementar varias prácticas de desinfección de huevos (en función de las normas y políticas locales), como:
- Fumigación
- Pulverización
- Nebulización
- Lavado (se utiliza principalmente para huevos de pato)
Una vez desinfectados, los huevos se pueden almacenar en una sala de almacenamiento de la granja con control climático hasta su traslado a la planta de incubación. Si la granja no tiene una sala de almacenamiento de huevos específica, los huevos deben trasladarse a diario a la planta de incubación.
4. Clasificación de los huevos
El personal de la granja realiza la preselección de los huevos fértiles, mientras que el personal de la planta de incubación se encarga del control de calidad final de los huevos. Se recomienda encarecidamente comprobar de forma exhaustiva las cualificaciones externas de los huevos entrantes antes de la incubación. Un buen huevo fértil debe tener las siguientes características:
- No presenta deformidades.
- Tiene una cáscara de buena calidad.
- Está limpio.
- El color es uniforme dentro de su lote.
5. Almacenamiento de los huevos y perfil de temperatura recomendado
Los huevos fértiles suelen almacenarse en la planta de incubación antes de cargarse en las incubadoras. El tiempo total de almacenamiento varía y, en algunos casos, llega hasta los 10 días o más. El siguiente diagrama de flujo en V (véase la figura 1) muestra el perfil de temperatura que debe seguirse: la sala de almacenamiento de los huevos en la planta de incubación debe ser el punto más frío en todo el tiempo transcurrido desde la granja hasta la planta de incubación. Si hay fluctuaciones de temperatura no controladas en el proceso en los puntos específicos más calientes o más fríos, el embrión se debilitará, lo que a menudo causa un aumento de la mortalidad embrionaria, especialmente en la fase embrionaria temprana.
- En la oviposición, la temperatura del huevo es cercana a la temperatura corporal de la gallina, que es de unos 40-41 °C (104-106 °F).
- Una vez puesto el huevo, es importante reducir gradualmente su temperatura hacia el cero fisiológico para ralentizar el desarrollo embrionario. Este proceso de enfriamiento debe comenzar entre 3 y 5 horas después de la oviposición. Las condiciones de almacenamiento en la planta de incubación son especialmente importantes: son esenciales para preservar la vitalidad de los embriones. Los valores de temperatura y humedad recomendados dependen del número de días durante los que se almacenarán los huevos. Por lo general, se recomienda ajustar la humedad absoluta para obtener una pérdida de peso del 0,5 % por semana durante el almacenamiento y mantener la humedad relativa en un promedio del 70 %.
Tiempo de almacenamiento | Temperatura de almacenamiento (constante) | Humedad absoluta |
Corto plazo: ≤ 4 días | 18 °C (64 °F) | 9 g/kg |
Largo plazo: > 4 días | 15 °C (59 °F) | 7 g/kg |
- En el siguiente paso, los huevos se precalientan antes de que comience la incubación (el tiempo mínimo de precalentamiento es de 4 horas y el tiempo máximo es de 12 horas). Calentar los huevos garantiza que todos los embriones tengan la misma temperatura cuando se inicia el programa de incubación y también evita que se forme condensación en la superficie del huevo.
- Durante la incubación, la temperatura óptima de la cáscara del huevo es 37,8 °C (100 °F).
Es bien sabido que las pérdidas de nacimientos aumentan con cada día de almacenamiento adicional. Al aplicar un tratamiento térmico preciso en la incubadora específica X-Streamer™ Re-Store de Petersime, puede recuperar una parte sustancial de los nacimientos que, de otro modo, se perdería debido al almacenamiento. El proceso también lleva a todos los embriones a una fase de desarrollo más avanzada, mejorando su resistencia y garantizando la mejor uniformidad posible al inicio de la incubación.
Dado que el intercambio de conocimientos en el sector avícola es fundamental para la misión de Petersime, en artículos posteriores se compartirán más hallazgos y resultados de nuevos estudios.
En resumen
Existen varios factores que influyen en la salud y la calidad de los pollitos recién nacidos. El manejo de huevos fértiles es uno de ellos. Por lo tanto, es esencial formar al personal de las granjas de reproductoras y de las plantas de incubación sobre la importancia de un manejo correcto de los huevos fértiles.
Petersime estará encantado de ayudarle a obtener más información sobre el manejo de huevos fértiles. Este tema se trata en nuestros programas de formación avanzada, en concreto en la formación en gestión de plantas de incubación. No dude en ponerse en contacto con nosotros si desea obtener más información al respecto.